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Vivir sin plásticos

En este artículo, quiero compartir ideas para una vida con menos plásticos. Existen miles de soluciones fáciles. Lo más curioso es que muchas de ellas están inspiradas en el pasado. Como introducción, intento sintetizar el impacto de este material debido a su falta de biodegradabilidad.

Mi relación con el plástico

Para mí, es un tema muy personal. Crecí en el campo y, desde niño, iba recogiendo los plásticos que encontraba por allí. No tenía ni idea de lo dañino que son para la naturaleza. Mi motivación era sencilla y estética: los envases plásticos me parecen feos.

Hoy, elegí vivir el en campo porque me gusta estar en contacto con la naturaleza. Al dar paseos en los alrededores, me di cuenta que había muchos plásticos en el campo, cerca del río, en los bordes de camino y de las carreteras, en los solares o terrenos abandonados, a veces en medio del monte o en los barrancos…

¿Qué es el plástico?

El término “plástico” proviene del griego “plastikos” que significa que se puede moldear. Explicado de manera muy esquemática, el plástico es un producto químico derivado del petróleo. Se calienta el petróleo a temperaturas muy elevadas (más de 300°C) para aislar moléculas: los hidrocarburos. Después, se unen estas moléculas entre ellas y se obtiene pequeños bolitas como gránulos. Con estos gránulos, se fabrica el plástico. Existen varios tipos de plástico según el tipo de moléculas que se ha usado, y según los otros compuestos químicos utilizados para aportar su color y flexibilidad.

Impacto medioambiental

Los desechos plásticos constituyen uno de los grupos de residuos que más tardan en desaparecer. Dentro de los más comunes, están las bolsas de plástico y las botellas de plástico. A día de hoy, se estima que toman entre 150 y 450 años en degradarse. ¡Pero algunos artículos de plástico podrían demorar hasta 1000 años en descomponerse!

Además de tardar mucho en descomponerse, cuando lo hacen, sueltan sustancias tóxicas. Hoy encontramos plástico en la tierra y en el agua. Muchos animales confunden el plástico con algo comestible. Por ejemplo, las tortugas de mar confunden las bolsas de plástico con medusas. Al final se encuentra plásticos en el estómago de muchos peces y aves.  Lo peor es que nosotros, humanos, al consumir pescados y mariscos, acabamos comiendo… plástico.

¿Como hacían nuestros antepasados?

Si el plástico fue inventado hace alrededor de 100 años, significa que, hasta entonces, se podía prescindir completamente de él.

Claro, nuestros abuelos y tatarabuelos consumían de manera muy distinta a la de hoy. En el campo, muchas personas tenían su huerta para producir su verdura y un vergel para producir su fruta. También tenían sus animales (cerdo, vaca, gallinas…). En las ciudades, la gente iba a comprar en el mercado donde los productores locales (hortelanos, agricultores, ganaderos) iban a vender su mercancía. Antes, las ciudades eran más pequeñas y había mucho campo dentro y alrededor de las ciudades.

También existían los comercios de proximidad: carnicería, pescadería, quesería, ultramarinos, etc. La gente iba de compras con su cesta o bolsa de tela. Los vendedores ponían la comida en hojas de papel, a veces en papel periódico. También estaban los vendedores ambulantes como el lechero. Iba por las calles, de casa en casa, a vender la leche de sus vacas. La gente tenía sus botellas de vidrio vacías o unas lecheras de metal que rellenaba el lechero.

Biodegradabilidad

El termino biodegradabilidad proviene de dos conceptos: “bio” que significa “vida” y “degradar” que significa “transformar una materia en otra más sencilla”.

Muchos recipientes de antaño se fabricaban con materias orgánicas que se encuentren en la naturaleza: barro, mimbre, madera, corteza, hojas…Por ejemplo, se usaban cestas de tela o de mimbre, toneles o cubos de madera, botijos, jarras o garrafas de barro, etc. Cuando se tiraban, estos recipientes se descomponían y volvían a la tierra sin afectarla de manera negativa.

También se usaban recipientes de vidrio y de metal, que tardan mucho en degradarse, pero por lo menos, no suelen contener sustancias toxicas y, sobre todo, podían tener muchos usos antes de volverse obsoletos (además de ser más fácil de reciclar).

Soluciones fáciles

Es importante tomar conciencia que podemos cambiar las cosas como consumidor. Sabiendo que solo se recicla alrededor del 25% de todos los residuos plásticos, parece obvio que la solución no es reciclar sino reducir y evitar su uso.

En tus compras

Lleva tus propias bolsas y vuelve a usarlas, p.ej. bolsas de tela, bolsas de red, carro, cesta…

Compra en comercios de proximidad, en el mercado o en tiendas que venden a granel. Allí, puedes comprar productos frescos que no están envasados.

Reduce o, mejor, evita los productos procesados que además no son saludables.

Elige envasado en papel o vidrio en lugar de plástico p.ej. quesos, yogures, aceite…

Bebe agua del grifo usando un filtro de agua.

Usa botellas de acero inoxidable o de vidrio que puedes llenar en casa o en cualquier grifo.

Atrévete a ir a la carnicería o la pescadería con tus propios envases en acero metálico o de vidrio.

Deja de lado a los refrescos llenos de azúcar y ponte a consumir frutas frescas.

Si vives en el campo, compra directamente a los productores.

Compra el pan fresco en bolsa de papel.

 En tu hogar

Primero, simplifícate la vida: muchos productos de limpieza no son necesarios.

Vuelve a los clásicos: vinagre, bicarbonato y limón. Con estos tres ingredientes puedes hacer milagros.

En lugar del suavizante para la ropa, echa un chorrito de vinagre.

Compra tus productos de limpieza a granel, así puedes volver a llenar tus propios botes.

Aprende a hacer tu propio jabón de ropa con aceites reciclados.

Utiliza guantes de látex.

Guarda botes de cristal reciclados. Se puede darles muchos usos desde recipiente para las sobras, conservas caseras, etc. También se puede congelar en frascos de vidrio teniendo cuidado de no llenar hasta arriba del todo.

Composta tus deshechos orgánicos para evitar el uso de bolsas de basura

Invierte en un hervidor de agua en metal o en vidrio.

Cocina para ti, para tus amigos, para tu familia y para tus animales de compañía. Cuando más cocinamos, menos preenvasados utilizamos.

Prueba los envoltorios de algodón con cera de abeja y las tapas de silicona elásticas, sustitutos del papel film y del papel de aluminio.

 En tu higiene personal

Elige formatos sólidos. Por ejemplo, en lugar de jabón líquido para las manos, compra una pastilla de jabón. En el caso de champú, también se puede encontrar en formato sólido.

Suprima las toallitas. Mejor lavarse con agua y jabón como se ha hecho toda la vida.

Busca cosméticos que no estén envasados en plásticos. Existen cada vez más alternativas ecológicas. Además, suelen ser más naturales.

Utiliza un cepillo de diente de bambú o de madera.

Respeta los tiempos de exposición al sol, lo que evita usar tanta crema solar.

Pon otra vez de moda los pañuelos de tela.

¡Y porque no, aprende hacer tus propios cosméticos!

 Otros

Arregla tus objetos/aparatos en lugar de comprar unos nuevos.

Compra de segunda mano: ropa, juegos, libros, etc.

Aprende hacer cosas con tus propias manos (Do-It-Yourself) usando materiales naturales. Además de ser divertido, el bricolaje puede ser una fuente de inspiración para hacer regalos originales o adornar su casa.

Existen miles de ideas de regalos sin plástico como invitar a un evento cultural (donde usan vasos de varios usos claro jaja).

También se puede crear nuevos objetos a partir de los deshechos plásticos para darles otra vida.

Organiza fiestas sin plásticos usando platos de cartón, cubiertos de madera y vasos reutilizables. O todavía mejor, usando platos, cubiertos y vasos duraderos.

Compra ropa sin plástico.

Si no sabes coser, lleva tu ropa en un taller de costura para los pequeños arreglos.

Compra zapatos de cuero. Cuídales con cera y llévalos al zapatero cuando aún se pueden arreglar.

Usa un recipiente reutilizable para tus bocadillos y los de tus niños.

Crea tu propio árbol de navidad con ramas, cuerda y un poco de imaginación.

Busca alternativas para las fiestas. Por ejemplo, crea tus propios disfraces con materiales naturales y ropa vieja.

Envuelve tus regalos reciclando papeles y cajas.

Fuentes:

Vivir sin plástico, https://vivirsinplastico.com

My Plastic Free Life, https://myplasticfreelife.com

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