Andar es un acto cotidiano.

En nuestra actividad diaria solemos caminar o dirigirnos a las tareas cotidianas pensando en nuestras responsabilidades y compromisos. En ocasiones nos damos la oportunidad de bajar el ritmo, pasear a solas o con alguien cercano; quizá salimos al campo, subimos a la montaña o vamos cerca del río; a veces sin rumbo predefinido, a menudo charlando y casi nunca, o muy extraordinariamente, lo hacemos en silencio.

Esta actividad está pensada para ejercitarnos en el sencillo y complejo arte de la atención plena. Practicar otra manera de andar, dejando sitio al silencio.

Saldremos a recorrer el camino con la oportunidad de escuchar y escucharnos que nos brinda el silencio. Nos adentraremos en la naturaleza con plena presencia, como si se trataba de sumergirse en ella, equilibrando nuestra propia naturaleza, reconectando con nuestro ritmo interior y fortaleciendo nuestra vitalidad.

El recorrido será tranquilo, iremos despacio para que puedan venir personas de todas las edades. Habrá distintas etapas y paradas con propuestas sencillas de meditación y encuentros con los elementos de la naturaleza, así como para deleitarnos, compartir y descansar.

Sébastien preparará una deliciosa comida, con ingredientes sanos y manos expertas, que compartiremos. Si tenemos la suerte de que nos acompañe, nos beneficiaremos quienes queramos de algunas posturas de qigong pensadas para las distintas etapas de la travesía.

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