E.R.A.
Pues sí, cuando pensaba que ya se había acabado de una buena vez las obras, surgió un problema con el sistema de depuración de las aguas usadas. Desde principios de febrero, estamos otra vez de obra…
Verano 2022
El verano del año pasado fue largo, seco y caluroso. Mientras estábamos construyendo la caseta de apero para la futura huerta, iba observando con inquietud como iba bajando el nivel del agua del estanque grande del sistema de depuración de aguas. Pensaba que el agua se estaba evaporando, hasta que encontré un corte en la lámina impermeable.
Muchos animales, entre otros corzos, venían a beber al estanque. Alguno (pienso que fue un tejón por las uñas que tiene), tuvo que caerse y, al salir, rajo la lámina.
Ventilación de la fosa
Conocí a Ismael Caballero, de la empresa de ecotecnologías Ismana, que vino a finales del otoño para asesorarme. De hecho, no hay muchos profesionales que trabajan en la instalación de sistema de depuración de aguas a nivel doméstico.
Según Ismael, eran tres cosas que faltaban para que funcionase bien y no volviera a pasar lo que paso. Primero, incrementar la superficie de filtración. Segundo, añadir un sistema de recirculación del agua con una bomba de achique. Tercio, y de lo más importante, superponer varias capas de materiales para evitar que se perfora la lámina, así como cavar terrazas en todo el perímetro para permitir a los animales de entrar y beber sin caerse.
También conocí a Miguel que me ayuda con la realización de la obra. Lo primero que nos tocó reformar fue la ventilación de la fosa séptica. Solo salían dos tubos de ventilación por encima y por debajo de la fosa. Su cercanía con la fosa generaba olores, sobre todo en verano. Tuvimos que conectar las salidas con un tubo que llegara más arriba del tejado de la casa. Eso nos iba a asegurar suficiente distancia para que los gases se escapan sin provocar molestia. Aprovechamos para podar la sabina grande y, siguiendo su fibra artística, Miguel instalo un banco bajo la copa de este majestuoso árbol.
Bomba de achique
Después, nos pusimos con la reforma del sistema abajo. Empezamos con Miguel por quitar las piedras del canal y cavar una zanja que permitirá conectar la bomba a la luz. Esta última etapa era primordial para vaciar el estanque y poder limpiarlo. Miguel consiguió colocar la bomba de achique trituradora en un tambor de lavadora para evitar que entre objetos no deseados o fauna acuática en la bomba.
Canal filtrante
Luego seguimos con la reforma del canal de filtración, transformándolo en tres balsitas. Para evitar problemas, hemos respetado los consejos de Ismael poniendo las distintas capas de materiales: arena, geotextil, lamina, geotextil, arena y grava. Al retener cada una el agua que vaya corriendo desde arriba, las balsitas nos permiten colocar más plantas macrófitas y entonces, aumentar la superficie de filtración. En la primera, colocamos espadañas, en la segunda, carrizos, y en la tercera, papiro, lirio amarillo y juncos. Esperemos que se vayan desarrollando correctamente.
Estanque grande
La tercera etapa ha sido quitar todas las piedras que iban tapando la lámina del estanque grande y arrancar los pedazos de eneas que pesaban toneladas, ¡vaya tarea! Poco a poco, conseguimos vaciar y limpiar el estanque. Igual que para las balsitas aguas arriba, Miguel cavo con su azadón las terrazas todo alrededor el estanque. Una vez remodelado el estanque, hemos echado primero una capa de arena… Fuimos apelmazando todo lo posible las terrazas que bordean el perímetro del estanque. “Solo” faltaba quitar la lamina vieja (alrededor de 400 kg) y poner la nueva (igual de ligera).
La unión hace la fuerza
Pudimos contar con el refuerzo de Gemma, Dani, Paula, Elena, María José, Hilltrud, Lucía y… Cian, ¡por supuesto! Entre todas, sacamos la lamina vieja, acabamos de tapar el suelo con arena y de pisar las terrazas. Luego, colocamos el geotextil y por fin, ¡la lámina nueva! ¡Enhorabuena y gracias! Hasta aquí hemos llegado a día de hoy…. Espero poder enviaros fotos del estanque acabado con sus plantitas. ¡La unión hace la fuerza!
