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Compostar para regenerar suelos

El compostaje se presenta cada vez como una de las soluciones clave para la regeneración de los suelos. Existen prácticas a nivel profesional y otras, a menor escala, para uso doméstico. No existe una sola receta, pero en todos los casos, es importante respetar las proporciones de los materiales orgánicos.

Suelo vivo

Según Zaira del Río, consultora en proyectos ecológicos y formadora en técnicas de cultivo biointensivo, podemos hablar del suelo como de un “organismo vivo creador de más vida”.

En el modelo agrícola convencional, el suelo se plantea como un sustrato inerte en el que se aplica lo que creen que la planta necesita. El método biointensivo es todo lo contrario. Se trata de proporcionar las condiciones adecuadas para que se multipliquen los organismos y ellos crean el suelo.

En el suelo, encontramos por una parte a los microorganismos. Son los que no pueden apreciarse a simple vista: bacterias, hongos, actinomicetos, algas y protozoos. Por otra parte, están los macroorganismos, que se pueden observar a simple vista: colémbolos, ácaros, lombrices y otras larvas de insectos.

Cuando queremos regenerar el suelo, el objetivo de la fertilización debe ser nutrir a los seres vivos del suelo y son ellos los que nutrirán a las plantas y fabricarán humus.

Compostar: a grandes rasgos

COMPOSTAR significa poner juntos. Es decir, es un abono compuesto de materiales orgánicos que sufren un proceso de fermentación, pasando por varias etapas hasta llegar a la humificación (humus significa “tierra”).

En este articulo hablamos de pilas de compostaje que se realizan en el campo, de preferencia en contacto directo con la tierra y en zona sombreada.

Las dimensiones para una pila doméstica son de 1,5 m de altura, por 1,5 m de ancho, por 1,5m de largo. Es bastante común el uso de una estructura de pallets reciclados. Estas dimensiones permiten un manejo manual. Las pilas mayores se hacen cuando se cuenta con maquinaria.

Se inicia la pila rozando la vegetación del suelo y clavando el bieldo para soltar la tierra. A continuación, se prepara en la base de la compostera un lecho de material leñoso (hasta 20 cm de espesor): pequeñas ramas secas, paja, restos de poda de frambuesas, zarzas, plantas secas de tomate o pimiento, o cualquier otro material seco que permita aireación de la parte inferior... esto evitará que se compacte o se encharque.

Después añadimos los materiales en capas, alternando materiales secos y húmedos.

Según Axel Torrejón Pineda, Ingeniero Agrónomo y Consultor Internacional en Agroecología, la receta básica de compostaje se compone de:

  • 40% de estiércol: vaca, oveja, cabra, burro, caballo, etc.
  • 30 % de carbono (color marrón): paja, salvado de trigo, cascarilla de arroz, serrín, pasto seco, cortes de poda triturado, carbón, etc. = materiales secos
  • 20 % de nitrógeno (color verde): pasto verde, frutas, verduras, lana, pelo, restos de cocina, etc. = materiales húmedos
  • 10% de tierra de la finca

Esas proporciones pueden variar en función de la disponibilidad de los materiales, de las recetas, de la época del año y según que queremos un compost con más o menos nitrógeno.

En una situación ideal, tenemos los distintos materiales preparados antes de formar la pila de compost. Si no les tenemos, puede interesar crear montones de los distintos materiales hasta conseguir cantidades suficientes para mezclarlos todos a la vez siguiendo las proporciones.

Según Zaira del Rio, es mejor ir colocando los materiales en capas. En su mezcla, aconseja echar - después de la cama de ramas - primero 4 cubos de materia seca (carbono), luego 3 cubos de material verde (nitrógeno) y por último 1/3 de cubo de suelo rico en microorganismos o un compost anterior (o tierra de la finca). Si disponemos de estiércol, entonces podemos añadir una capa suplementaria: 2 cubos si es solo estiércol y hasta 4 cubos si el estiércol este mezclado en proporciones iguales con paja y/o serrín. Seguimos colocando las capas sucesivamente hasta alcanzar 1,5 m de altura (mínimo 1 m).

De hecho, el compost maduro, el estiércol, o la tierra de huerto o jardín actúan como aceleradores naturales del proceso.

Se recomienda que los materiales más leñosos (p.ej. ramas de árboles) sean en trozos de 3 a 4 cm de grosor como máximo (mejor triturar o trocear las ramas) para que la descomposición se produzca al mismo tiempo que el resto de materiales.

Muy importante: ¡hay que humedecer todos los materiales que vamos añadiendo, también los elementos secos de color marrón!

Nota bene: Si queremos aportar minerales al suelo, podemos añadir en la parte verde ortigas, cola de caballo, consuelda y/o ceniza de madera no tratada.

Etapas del proceso de descomposición

Los distintos factores a tener en cuenta para la buena evolución del compost son: temperatura, humedad y aireación.

La primera semana que se mezclan los elementos de la pila, la temperatura debe subir hasta los 60ºC (se puede medir con un termómetro de sonda). De esta manera se esteriliza de patógenos que afectan a los cultivos y mueren gran parte de las semillas que pudiese contener. Pasada la primera semana, la temperatura irá bajando, ya que la actividad de los microorganismos desciende. En un plazo de un mes, la pila estará a temperatura ambiente (excepto en invierno). Durante este proceso, la pila se irá reduciendo progresivamente hasta la mitad del volumen inicial.

Mientras se construye la pila es importante que los elementos estén bien humedecidos, sobre todo paja, serrín y restos de poda. Se riegan antes de incorporarlos al montón. Al ir cogiendo temperatura el montón, el agua se irá evaporando por lo que es conveniente regar de vez en cuando con agua sin cloro. Es mejor regar poca cantidad y a menudo.

El proceso de fermentación es aeróbico, lo que significa que sólo se produce si hay presencia de oxígeno. Por eso, se usa materiales secos tipo paja para evitar que el montón se compacte. Pero, cuidado, es perjudicial demasiado aire como cuando hay ramas grandes, ya que los compuestos no estarán en contacto entre ellos.

A los 20-30 días de iniciar el proceso de fermentación (cuando la temperatura empieza a bajar): es el momento de dar vuelta el compost con el objeto de que los bordes donde la temperatura no alcanzó los rangos del centro de la pila, llegue a la temperatura deseada de esterilización. Por lo tanto, se procede a dar vuelta la pila, colocando los bordes al centro y el centro en los bordes.

¿Cuándo está listo el compost?

Depende de la temperatura exterior, de la humedad, de la aireación y del tipo de residuos que compostemos... Si las condiciones son buenas, en tres meses, el compost estará terminando su proceso. En un compost maduro, ya no se puede distinguir los materiales originales que lo formaron; el color será́ oscuro (color del humus) y su olor se asemejará a tierra fresca.

Factores que indican la madurez

 Olor

Un compost bien elaborado y maduro debe oler a tierra de bosque (al contrario, olores a amoniaco indican exceso de humedad, falta de carbono y de volteos)

 Humo y temperatura

Si, desde el interior del montón de compost, vemos humo y/o que la temperatura es elevada, el compost necesita volteo y riego.

 Tamaño de partículas El compost tiene una estructura migajosa donde ya no se distingue los materiales originales.
 Lombrices Indican que el compost está en su fase de madurez y buena calidad
 Germinación Si ponemos a germinar semillas de canónigo o rabanito y que brotan con alegría, significa que el compost es óptimo.
 Test con bolsa Ponemos compost en una bolsa transparente. Si, al cabo de 24 horas, se observa mucha transpiración el proceso aún no ha terminado.

 

Bibliografía:

  1. Zaira del Río, Curso de Técnicas de Cultivo Biointensivo, Ecos del Duero, Tubilla del Lago, marzo 2022.
  2. Axel Torrejón Pineda, Rayën Soluciones Agronómicas, Curso de Fruticultura ecológicas: plantación y manejo, Ecos del Duero, Tubilla del Lago, marzo 2022.
  3. Manual Básico para hacer Compost, Delegación de Medio Ambiente y Amigos de la Tierra, Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, 2021.
  4. Manual del compostador doméstico, Mara Quirós y José Antonio Quirce, Ayuntamiento de Palazuelos de Eresma, concejalía de Medio Ambiente.
  5. Manual de Compostaje, Amigos de la Tierra España, Madrid.
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